Una vez leí “Todos somos valientes hasta que llega alguien
que supone ser un verdadero acantilado sin garantía de paracaídas”…Y cuánta razón.
Así eres tú, llegando de la nada, dándole a todo la vuelta, ¿Cómo
has sido capaz de mandar a tomar por culo mis maravillosos esquemas?
No te preocupes, es retórica, ninguna sabemos la respuesta
Pero, ¿Qué pasa conmigo? ¿Cuál es mi paracaídas si sólo
traes el tuyo?
Será por eso que siempre ando pegada a tu espalda, por si se
te ocurre saltar
Contigo todo es extremo, reír hasta llorar, sentirme tan
cómoda… que me incomode, tenerlo todo sin tener nada
No por favor, no me mires, me haces imposible concentrarme en algo salvo en ti
Lo que más me gusta es besarte levemente, apenas rozándote
los labios, te noto cerca, inspiras…te encoges, tienes ganas de más, te siento,
exhalas…
Cualquier beso acompañado de cualquier palabra bonita es
demasiado fugaz…
No me voy a olvidar de ti, lo sé, lo tengo claro y aún ni te
has ido
Porque sé que echaría de menos cada mísero momento que he
pasado contigo,
porque es sano, correspondido y recíproco desde el
principio, porque libres y sin nada que nos ate nos elegimos mutuamente
Y estoy segura de que si saltas, morimos las dos
No hay comentarios:
Publicar un comentario