lunes, 6 de marzo de 2017

VOY A DEFINIRLO SIN MIS PALABRAS (I)

Todo esto es la hostia.

-Me tengo que ir - me digo a mi misma.
-Me tengo que ir - te digo ahora a ti.
 Tú no dices nada, sólo agachas la cabeza y me dices: “Si no fueses quien eres, te besaría ahora mismo”.
 Me invaden un centenar de hormigas por la espalda, y no, no te digo nada, pero créeme, si no fueses quien eres…Me dejaría besar.

Estaba lo suficientemente nerviosa como para calmarte y tú lo suficientemente acojonada como para quererme.
Cuando te tengo delante no pienso que…cuando te tengo delante no pienso.

Nos intentamos poner límites de velocidad en las ganas, como si se pudiese dar un beso con las manos en la espalda.

Y ahí estás tú, y yo…contigo adentro.

Te dejas follar, te quedas por la mañana y sigues ahí para la noche.
Que no me sueltas al llegar al orgasmo.

No te ofendas, pero creo que te odio porque empiezo a quererte, ¿Se me ha notado mucho?

Debería ser más valiente y no asustarme si me agarras de la mano,
y ser un poquito menos cobarde y reconocer que me pierdo en tus piernas largas.

No estamos solas, te miro y estás mirándome...
Joder, soy un desastre; Joder, no me mires que no alcanzo a pensar en otra cosa; Joder, mírame…

Tan bonita que puede romper un par de corazones en una discoteca y volver descalza con la sonrisa y la cabeza igual de alta que a la ida; tan bonita que me puede.

Eres lo más real que he conocido.

Me acerco despacio y de puntillas y ya me estás advirtiendo con una sonrisa.

Intentamos romper las reglas en cualquier sitio, y así nos va, mordiéndonos las ganas;
Que tengo el pulso bajo el ombligo cuando me tocas, que mi piel roza la tuya porque me pone los pelos de punta tu mísera presencia.
Que vuelvo a conocer de nuevo el miedo en las yemas de mis dedos.


Tanta palabrería sólo para reconocer que me desconozco desde que te conozco…

No hay comentarios:

Publicar un comentario